Un síndrome es un conjunto de síntomas que se presentan juntos y son parte de una enfermedad o de un cuadro patológico determinado y, en ocasiones, esos indicios (físicos y/o mentales) no son tan negativos y superables. Y el síndrome del miembro fantasma es uno de ellos.

El síndrome del miembro fantasma es la percepción de sensaciones en el área en donde un miembro fue amputado y que todavía se siente como si estuviera conectado al cuerpo porque el cerebro tiene un área dedicada, llena de nervios, a la parte del cuerpo que ya no está.

Entre el 50 y 80% de las personas amputadas experimentan sensaciones “fantasmas” que pueden ser desde picores hasta dolorosas. Las sensaciones, o las corrientes que envía el cerebro, no solo son enviadas a pacientes sin una extremidad, sino que también le sucede, por ejemplo, a aquellos que pierden un seno, un diente, o un ojo.

Debemos recordar que el síndrome del miembro fantasma también cuenta con el daño de los nervios antes unidos a esa extremidad perdida, la memoria física del dolor previo a la amputación y las cicatrices quirúrgicas.

Por otro lado, existen otros factores que expanden el significado de este síndrome, como la tensión e infección de la herida de muñón, reducción local del flujo sanguíneo, edema, sangrado y formación de hematoma, dolor o ansiedad antes de la amputación o daño previo en la médula espinal o nervios periféricos que abastecen al miembro amputado.

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Afortunadamente, la incómoda sensación del miembro fantasma decrece hasta que desaparece, aunque en ocasiones solo disminuye. Y aunque el tratamiento sigue siendo un reto médico, para el paciente existen los medicamentos y terapias para eliminar o reducir el dolor del miembro fantasma, tales como antidepresivos, anticonvulsivos, clorpromazina, opiáceos (morfina), clonidina, baclofeno, estimulación eléctrica transcutánea (TENS), estimulación magnética transcaneal y estimulación de la médula espinal (SCS).

Desafortunadamente, las terapias de estimulación nerviosa no son para todos los pacientes, por tanto, el denominador común está en la prevención. Debe evitarse crear una experiencia o memoria “sensorial” que puede ser la causante de la anormal percepción de ese miembro que ya no existe y cuidar bien las áreas exteriores, como masajear el muñón regularmente. Otro consejo que ha dado resultado para trabajar la simulación mental es utilizar los espejos que haya en tu hogar ya que permite al paciente simular que el miembro perdido está intacto.

Recientemente, se ha demostrado que el dolor del miembro fantasma puede aliviarse mediante la fijación real de las extremidades de la víctima, desde simulaciones por computadora hasta las conocidas prótesis. En RPS Medical contamos con una gran variedad de productos que pueden ayudarte a combatir los síntomas de este síndrome.

Permítanos ser parte esencial en su vida y cuente con nosotros para cualquier ayuda que necesite.

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